Parque Nacional Natural Tatamá

Objeto del acto: Declaratoria
Fecha del acto: 19/10/1987
Distribución en departamentos: Risaralda, Valle del Cauca y Chocó
Extensión total: 43.036,64

Descripción del área :
El Parque Nacional Natural Tatamá es una zona de vital importancia para la región y el país debido a su gran oferta de bienes y servicios ambientales y su riqueza biocultural. Es un sitio AICAs (Área Importante para la Conservación de las Aves) y cuenta con la distinción del Estándar Lista Verde de la UICN por ser exitosa en términos de gestión. Se encuentra ubicado en la parte meridional de la cordillera occidental de Colombia. Comprende alturas desde los 1165 m.s.n.m hasta los 4250 m.s.n.m en la cima del cerro Tatamá. Cuenta con una extensión definitiva de 43,036.6 ha. Esta área protegida cuenta con tres tipos de orobiomas: páramo, andino y subandino, lo que le confiere características especiales en términos ambientales.

Recomendaciones especiales

Para visitar el Parque Nacional Tatamá se debe hacer reserva con mínimo cinco (5) días de anticipación, contactando al equipo del Parque al correo electrónico tatama@parquesnacionales.gov.co, o vía teléfono: (606) 3687964 (oficina Parque Nacional Natural Tatamá, Santuario Risaralda). Para los eventos de competencias ciclísticas, el Área Protegida emitirá las indicaciones y recomendaciones pertinentes. Para el desarrollo de la actividad de cicloruta, las personas que quieran realizar este deporte deben solicitarlo a nombre del Jefe del Área Protegida al correo institucional del parque tatama@parquesnacionales.gov.co, teléfono: (606) 3687964 (oficina Parque Nacional Natural Tatamá, Santuario Risaralda).

Recomendaciones de seguridad y prevención de riesgo

Se deben tener en cuenta las condiciones y variabilidad climáticas (temporada de lluvias, de abril a junio y de octubre a diciembre) debido al riesgo de crecientes súbitas y remociones en masa. Además, en la zona hay presencia de serpientes venenosas, por lo cual es importante contar con protección contra accidentes ofídicos y ser precavidos en los desplazamientos e interacciones en el medio natural.

Para desarrollar actividades ecoturísticas al interior del área protegida, se debe contar con ropa adecuada para actividades de montaña, preferiblemente ropa de primera capa térmica impermeable y/o rompevientos, gafas con filtro UV, calzado de buen agarre y suela gruesa. Los visitantes siempre deberán:

  • Estar acompañados de un Intérprete del patrimonio o guía certificado y avalado por el Parque, y seguir todas sus indicaciones.
  • Permanecer en los caminos y senderos en todo momento.
  • Guardar silencio y disfrutar del sonido de la naturaleza.
  • Respetar la señalización de senderos.
  • No alterar o intervenir los avisos, vallas, señalización o letreros de comunicación existentes en el Área.
  • Observar la vida silvestre a distancia y nunca alimentar animales.
  • No dejar ningún tipo de basuras (incluyendo orgánicas).
  • Las necesidades fisiológicas se deben hacer en los baños destinados para tal fin.

Para los ciclistas se deberá contar con:

  • Bicicleta de montaña, guantes, apliques reflectivos o luces de seguridad en el vestido o en la bicicleta, casco, kit de herramientas para emergencia (como mínimo elementos para despinchar, llaves básicas), kit de trauma (uno por cada cinco ciclistas), camelback o morral pequeño donde se pueda llevar hidratación y alimentación de carretera, gafas con especificaciones UV.
  • Los grupos deben ir acompañados por personal del Parque y mínimo un vehículo acompañante 4×4 para 16 ciclistas y dos vehículos para 32 ciclistas.
  • Respetar y acatar las normas e indicaciones de los guías o intérpretes del Área Protegida.
  • Las bicicletas deben tener luces delanteras y traseras.

En la actualidad, el ingreso al Área Protegida solo se encuentra habilitado por el sector de Montebello (municipio de Pueblo Rico, Risaralda).

Para llegar desde la ciudad de Pereira, se toma la vía que conduce hacia Tadó (Chocó) por aproximadamente 92 kilómetros, hasta llegar a Pueblo Rico. Desde allí, se continúa el recorrido hasta la vereda La Selva (sector Montebello), que se encuentra a 15 kilómetros de la cabecera municipal. Una vez en Montebello, se puede continuar el recorrido por el sendero en vehículo hasta la parte alta del Cerro Montezuma, donde comienza el descenso para la observación de aves.

Aviso Previo:

Para visitar el Parque Nacional Tatamá, se debe hacer reserva con un mínimo de cinco (5) días de anticipación, contactando al equipo del Parque mediante el correo electrónico tatama@parquesnacionales.gov.co o al teléfono: (606) 3687964. Si se requieren servicios de alojamiento y alimentación, se pueden realizar las reservas con el operador turístico Montezuma Rainforest a través del correo electrónico reservas@montezumarainforest.com o al teléfono: 3153690309.

Las actividades ecoturísticas a las que pueden acceder los visitantes y los horarios para su realización son los siguientes:

  1. Para actividades de observación de aves, el horario permitido es de 5:00 am a 4:00 pm. El regreso desde la entrada de la Base Militar debe ser máximo a las 3:00 pm.
  2. Para actividades de interpretación del patrimonio natural y cultural, el horario es de 8:00 am a 4:00 pm. El regreso desde la entrada a la Base Militar debe ser máximo a las 2:00 pm.
  3. Para actividades de cicloruta, el horario es de 6:00 am a 3:00 pm. El regreso desde la Base Militar debe ser máximo a la 1:30 pm. Para el desarrollo de esta actividad, se deberá coordinar con los funcionarios del Parque para evitar la realización de otras actividades en el sendero.

No se permite el ingreso a los visitantes que no cuenten con el permiso correspondiente, salvo alguna determinación especial del Jefe del Área Protegida.

Se encuentra abierto al ecoturismo el sendero Montebello Montezuma (Ubicado en Pueblo Rico, Risaralda);
Se invita a los visitantes únicamente a realizar la reserva con la Operadora “Montezuma Rain Forest”, la cual es dueña de un predio dentro del PNN Tatamá que da acceso a este sendero.

Para más información a través de los correos del parque, donde se brinda información necesaria para la visita.

Atención al Usuario de Parques Nacionales Naturales 

Calle 74 No. 11 – 81, piso 1, Bogotá
PBX (57 1) 353 2400 Ext. 3011, 3012

atencion.usuario@parquesnacionales.gov.co

www.parquesnacionales.gov.co

Actualmente no se cobra tarifa de ingreso.

Sector cascadas Santurio Risaralda PNN Tatamá foto Andrés Lopez - Daniel Herrera Jaramillo

Se destaca por presentar tres orobiomas (Páramo, Andino y Subandino) que incluyen varios ecosistemas de importancia estratégica para la región y el país. Estos orobiomas brindan una amplia oferta de bienes y servicios ecosistémicos en la cordillera Occidental debido al excelente estado de conservación de sus ecosistemas. En su territorio nacen afluentes que drenan las vertientes de los ríos San Juan y Cauca, y en su parte más alta alberga el páramo de Tatamá, que se encuentra entre los únicos tres páramos de Colombia que no han sufrido alteración humana. Estos orobiomas son refugio de biodiversidad y brindan servicios de regulación, soporte, culturales y de abastecimiento.

  • Orobioma de Páramo Los páramos de los Andes son ecosistemas de montaña que se ubican discontinuamente en el neotrópico, desde altitudes de aproximadamente 3000 msnm hasta la línea de nieves perpetuas, aproximadamente a 4300 msnm. El Orobioma Páramo en el Parque está localizado entre los rangos altitudinales 3100 – 4250 msnm (máxima altura del Parque) con una extensión de 10.730 hectáreas (Resolución No 0495). En el Parque, dicho Orobioma se encuentra distribuido en los municipios de San José del Palmar 6.611 ha (60,5%), Tadó 909,5 ha (8,3%), Apía 162 ha (1,5%), Pueblo Rico 1.644 ha (15%), Santuario 1.327 ha (12,1%) y El Águila 257 ha (2,3%).
  • Orobioma Andino Localizado en la franja medio-superior de la cordillera occidental, es el de mayor representatividad en el Parque. Limita con el Orobioma Subandino y el Páramo. Presenta una precipitación media anual de 2.586 mm, y uno de los sectores más lluviosos es Pueblo Rico (Risaralda), con aproximadamente 3.935 mm al año.

En el Parque, este Orobioma se encuentra localizado desde la cota 2.400 m hasta la 3.300 m con una extensión de 31.347 ha (72,9%), siendo el de mayor participación en el Área Protegida. Se encuentra distribuido en La Celia 155 ha (0,5%), Santuario 2.195 ha (7%), Apía 497 ha (1,5%), Pueblo Rico 7.543 ha (24%), El Águila 2.312 ha (7,3%), San José del Palmar 15.538 ha (49,5%) y Tadó 3.082 ha (9,8%). Presenta grandes asociaciones a nivel florístico característico de bosques de alta montaña, y se registran 248 especies de aves clasificadas y 32 especies de mamíferos, de los cuales la mayor abundancia se reporta con Tremarctos ornatus, Sciurus sp y Didelphis marsupialis (Cámaras trampa).

  • Orobioma Subandino Este Orobioma corresponde a las zonas de montaña localizadas en el Parque, aproximadamente entre los 1.165 m y 1.800 msnm, donde se presentan temperaturas medias entre 18 y 24ºC. El Parque cuenta con 759 ha de este orobioma, el cual está distribuido así: El Águila 6 ha (0,8%), Pueblo Rico 748 ha (98,5%), y Tadó 3 ha (0,4%). Esta región presenta climas húmedos, muy húmedos y pluviales, que en condiciones de no intervención favorecen el establecimiento de coberturas boscosas densas y de porte alto (Rodríguez et al., 2006). Con la comunidad se realizó un trabajo de identificación de especies, dando como resultado la tipificación de las siguientes: Carapa guianensis, Hymenaea courbaril, Minquartia guianensis, Aniba perutilis, Aniba coto, Magnolia chocoensis, Magnolia hernandezii, Huberodendron patinoi. Como resultado del monitoreo de pequeños y grandes vertebrados a través de cámaras trampa realizado por el Parque, para este Orobioma se determinó la presencia de Leopardus tigrinus, Nasua, Cervidae, Sciurus sp, Rodentia, Nasuela olivácea.
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En cuanto a las aves que habitan el Parque, se tienen registradas 536 especies. Esta alta diversidad le mereció en el año 2005 la declaración de sitio AICAs (Área Importante para la Conservación de las Aves) por BirdLife Internacional (organización internacional dedicada a la conservación de las aves y sus hábitats) y el Instituto Alexander Von Humboldt. Los sitios AICAs son considerados importantes a nivel internacional porque proveen hábitats esenciales para una o más especies de aves, siendo una herramienta más para las acciones de conservación, como la protección de hábitats. Estos sitios pueden tener aves amenazadas, con rango de distribución restringida, las que son representativas de un bioma, concentraciones especialmente de numerosas aves en sitios de reproducción o durante su migración, lo que significa que es una herramienta más para la gestión de acciones de conservación ambiental. Desde el año 1995 a la fecha se viene recopilando y revisando la información existente de los estudios e inventarios de aves realizados en el Área Protegida, de la cual se destaca la siguiente información: Especies que presentan algún grado de vulnerabilidad tanto a nivel local como global (BirdLife Internacional 2011, UICN Lista Roja). Especies En Peligro Crítico (CR): 2 especies. Especies En Peligro (EN): 6 especies. Especies Vulnerables (VU): 13 especies. Especies Casi Amenazadas (NT): 9 especies. Especies Endémicas de Colombia con área de distribución restringida: 4 especies. Especies Endémicas de Colombia (E): 14 especies. Especies Casi Endémicas de Colombia (CE): 39 especies.

Referente a los mamíferos habitantes del Parque, representantes de la fauna endémica de los Andes, se tienen: Oryzomys minutsu, Echinoprocta rufescens, algunas en peligro de extinción: Tremarctus ornatus, Panthera onca, Puma concolor, Lontra longicaudis, Mazama americana; se encuentra la «Comadreja Colombiana» Mustela felipei, que ha sido catalogada como el mamífero más raro en Suramérica; los únicos cinco ejemplares que han sido estudiados provienen de Colombia y Ecuador. Uno en particular fue capturado en el Alto Galápago, limítrofe al Sur del Parque, UICN, s.f. 1995. Se han registrado 110 especies de mamíferos pertenecientes a 67 géneros.

En reptiles se cuenta con registros para 108 especies, pertenecientes a 51 géneros y 9 familias. El suborden Serpentes registra 55 especies en 31 géneros y 4 familias. El suborden Sauria contiene 56 especies en 20 géneros y 5 familias (Anguidae, Gekkonidae, Teiidae, Gymnophthalmidae e Iguanidae), de las cuales las más diversas son las dos últimas. Los géneros que presentan una mayor diversidad son Anolis (Iguanidae) y Ptychoglosssu (Gymnophthalmidae).

Páramo del Parque Nacional Natural Tatamá foto Jhon Eduar Rojas - Daniel Herrera Jaramillo

La flora de la región se encuentra influenciada por dos subregiones biogeográficas, la del Bosque Andino Central con características típicamente andinas y la del Chocó-biogeográfico. La vegetación está relacionada con las variables de altura, temperatura, precipitación y humedad.

En la vertiente occidental de la región de vida tropical, la más húmeda de la cordillera, la vegetación está definida por especies de mayor importancia como Elaegia utilis, Jacaranda hesperia, Inga pavonia y Cecropia sp. En la región de vida subandina, las especies más importantes son Alchornea sp., Cecropia sp., y Wettinia Kalbreyeri, con familias representativas como Lauraceae, Rubiaceae y Moraceae. La región de vida andina está representada por especies importantes como la Clusia multiflora, Prunus integrifolia y Brunelia sp. En el área basal se destacan la Clusia clusioides, Miconia Gleasoniana, Scheflera bejucosa e Ilex aif pernervata, como las especies más importantes. (Cantillo, Rangel, 2006).

La composición florística de los bosques del Chocó muestra entre las especies y familias más representativas a Oenocarpus bataua, Eschweilera pittieri, Brosimun utile, Mabea chocoensis, Matisia bullata, Welfia regia, Otoba lehmannii, entre otras; y Arecaceae, Burseraceae, Bombacaceae, Clusiaceae, Fabaceae, Chrysobalanaceae, Sapotaceae, Euphorbiaceae, Rubiaceae, Melastomataceae y Lecithydaceae.

Bangsia del Tatamá (Bangsia aureocincta) Gold Ringed Tanager - especie endémica foto Jhon Eduar Rojas - Daniel Herrera Jaramillo

El Parque es un área de vital importancia en el contexto local, regional y nacional. Su valor se debe a la gran cantidad de bienes y servicios ecosistémicos, así como a su excelente estado de conservación.

Se identifica que el Parque aporta grandes cantidades de agua desde sus fuentes hídricas para satisfacer las necesidades de los sectores agropecuarios (cultivos de café, caña de azúcar y ganadería) y mineros de la región. Además, las estrategias de conservación implementadas han permitido contar con un área en excelente estado de conservación que cumple la función de amortiguadora y permite a las comunidades desarrollar sus actividades cotidianas de forma sustentable.

Otra característica importante del Parque es su función como regulador climático (mantenimiento de las condiciones climáticas adecuadas para las actividades humanas y la buena salud de la fauna y flora de la zona) y regulador hídrico (cantidad y calidad de agua necesaria para los procesos biológicos). Además, contribuye al mantenimiento de la calidad del aire (regulación de concentraciones de contaminantes), a la regulación de inundaciones y eventos de remoción de masas, al mantenimiento de la tierra cultivable (formación de suelo, reciclaje de nutrientes y productividad primaria), a la regulación de plagas y vectores, y a la protección de polinizadores. Estos son algunos de los servicios fundamentales que ofrece el Parque y que brindan beneficios materiales para los seres humanos y la biodiversidad en general.

Por otra parte, el Parque ofrece beneficios no materiales que se incluyen en los servicios culturales, donde el ecoturismo y la educación ambiental cobran importancia en el ámbito del disfrute y la recreación, y son herramientas fundamentales para generar conciencia y sensibilización en temas de conservación ambiental. El sentido de pertenencia es otro aspecto importante en el que el Área Protegida trabaja con las comunidades, para que sean piezas fundamentales en las estrategias de conservación y coloquen a la región en un lugar de importancia por su belleza, estado de preservación y sostenibilidad.

Además, el Parque se encuentra en colindancia con territorios colectivos de comunidades negras e indígenas en los departamentos de Chocó y Risaralda, lo que ha llevado al diseño de un proceso de planificación que involucra el relacionamiento y reconocimiento de los pueblos étnicos como actores sociales dinamizadores del desarrollo del territorio y su inclusión en los instrumentos de planificación del Área Protegida.