• Esta área protegida corresponde a la sección de la cordillera submarina Beata que se encuentra en las aguas territoriales de República Dominicana.
• Colombia y República Dominicana siguen trabajando para que la totalidad de la cordillera Beata sea un corredor marino protegido.

Desde que el Estado colombiano declaró Reserva Natural a la Cordillera submarina Beata en junio del año pasado, el equipo de Parques Nacionales Naturales ha trabajado con las autoridades de República Dominicana para que también declaren como área protegida a la parte de la cordillera que se encuentra en su mar territorial. En el marco de ese trabajo y de la construcción participativa del plan de manejo de la Reserva Nacional Natural Cordillera Beata, ambos países han fortalecido sus relaciones con el fin de construir un área protegida binacional.

En días pasados, el equipo de Parques Nacionales Naturales de Colombia, Fundación Malpelo y Blue Nature Alliance, participaron del primer intercambio de experiencias en República Dominicana en el Ministerio de Medio Ambiente. El principal tema fue la cordillera Beata y la necesidad de protegerla en su totalidad; a su vez, se planteó cómo fue el proceso de su declaratoria y los estudios científicos realizados para sustentarla; así mismo, se comentó cómo es la formulación de los instrumentos de planeación de PNNC y los avances del plan de manejo del área protegida.

En este encuentro, se hizo una salida de campo al Parque Nacional Jaragua cercano al lado dominicano de la cordillera Beata para conocer en donde nace y cómo funcionan las áreas marinas protegidas en ese país. También se intercambiaron conocimientos, plataformas de trabajo y tecnologías para la gestión conjunta de estas áreas protegidas.

Este trabajo conjunto es de vital importancia para que la cordillera submarina Beata sea un área protegida binacional que conecte el norte y sur de la red de áreas protegidas del Gran Caribe. Así mismo, esta región contiene una gran diversidad de especies de flora y fauna, muchas de las cuales son endémicas y se encuentran en peligro de extinción. La conservación de la cordillera ayuda a preservar los ecosistemas naturales y a proteger la biodiversidad de la región.

La cordillera Beata provee numerosos servicios ecosistémicos como la regulación de CO₂, el cual implica tres procesos principalmente: transporte geofísico de CO₂ atmosférico hacia el océano, transporte biológico de carbono desde la capa superficial de comunidades de fitoplancton hasta los sedimentos oceánicos profundos y almacenamiento de carbono en megafauna. Se podría esperar que la Reserva Natural de la Cordillera submarina Beata cuente con un alto potencial para capturar CO₂ atmosférico, basado en la biodiversidad existente y las áreas de variable productividad.

La cordillera es un lugar de gran interés para investigadores y científicos que estudian la flora, fauna, geología y otros aspectos de la región. En este sentido, la conservación del área brinda oportunidades de realizar estudios y descubrimientos científicos importantes para la preservación y el manejo de otros ecosistemas. Así mismo, esta región es fuente de sustento para comunidades del Gran Caribe.

En resumen, es importante conservar en su totalidad la cordillera Beata debido a su valor ecológico, biológico, cultural y científico. Su conservación contribuirá a proteger la biodiversidad, los servicios ecosistémicos, el patrimonio cultural y económico de la región, garantizando un futuro sostenible para las comunidades locales y las generaciones futuras.