Gracias a la firma de la paz con las FARC en 2016, decenas de investigadores pudieron recorrer la parte suroriental del Parque Nacional Natural Chingaza y de su zona de amortiguamiento, reconocer la diversidad allí presente y descubrir nuevas especies para la ciencia, como es el caso de la Tillandsia chingacensis.

San Juanito es un pequeño pueblo del Meta localizado en la cordillera oriental, cuya mitad de su territorio se encuentra dentro del área del PNN Chingaza. Este municipio anónimo para la mayoría de los colombianos tuvo una fugaz notoriedad en los violentos años 90 del siglo pasado, cuando el primero de febrero de 1997 las Farc emboscó un contingente del Ejército en la vereda El Tablón. Los combates duraron más de cuatro días en los que murieron 17 soldados y se causó el desplazamiento de más de 300 campesinos hacia el casco urbano de San Juanito.

Durante décadas, San Juanito y su vecino, el municipio de El Calvario, soportaron el dominio de las Farc. Con la firma de la paz entre esta guerrilla y el Estado colombiano, el pequeño pueblo tuvo un renacer, sus habitantes, aprovechando que la mitad de su territorio hacía parte del parque Chingaza y la otra, de su zona de amortiguamiento, emprendieron proyectos ecoturísticos y de restauración de sus bosques. Querían dejar el aislamiento y que los colombianos los conocieran como un territorio de paz con exuberantes y biodiversos paisajes.

La paz también trajo las expediciones científicas, en 2018 Colciencias (ahora Ministerio de Ciencia y Tecnología), Parques Nacionales y el Instituto Humboldt conformaron la expedición Colombia Bio-Chingaza con el objetivo de explorar aquellas zonas del Parque Chingaza y de su zona de amortiguamiento ubicada en la ladera oriental de la cordillera, territorio que antes no se podía recorrer por la presencia de las Farc.

Entre el 12 y el 24 de marzo, 62 científicos de 10 instituciones y universidades caminaron por los bosques ubicados en las pendientes de San Juanito y Medina (Cundinamarca), esto con el fin de describir su biodiversidad que para la época era poco conocida. Recolectaron anfibios, reptiles, insectos y plantas, describieron las condiciones biológicas y geográficas de las laderas orientales de la cordillera y concluyeron que la paz abría las puertas a la investigación y al conocimiento de nuestra riqueza tanto en flora como en fauna.

Esta expedición y otras más, mostraron que la región del parque Chingaza y su zona de amortiguamiento que conecta con el piedemonte llanero constituyen un lugar en el que todavía hay especies nuevas para la ciencia por descubrir. Precisamente, en una de estas expediciones, liderada por el Instituto de Ciencias Naturales de Universidad Nacional de Colombia y llevada a cabo entre 2017 y 2018 en los municipios de San Juanito (Meta), Junín y Gachalá (Cundinamarca), los investigadores Julián Aguirre Santoro, Érika Hernández (perteneciente a Parques Nacionales Naturales), David E. Hernández y Julio Betancur, descubrieron una nueva especie de planta del género de las Tillandsia a la que bautizaron con el epíteto chingacensis, en honor al Parque Chingaza.

Según el artículo “A new species of Tillandsia (Tillandsioidae, Bromeliaceae) from the high Andean forests near Bogotá (Colombia)”, publicado en la edición de agosto de 2023 de la revista científica Phytotaxa y que reporta el descubrimiento, los cuatro investigadores afirman: “Esta especie es única porque posee partes florales cubiertas por una abundante sustancia resinosa y por tener frutos excepcionalmente largos. La especie nueva se describe como Tillandsia y no como Vriesea, a pesar de presentar flores dísticas y apéndices epipétalos, ya que comparte características morfológicas con algunas especies de Tillandsia subg. Allardtia”.

Los investigadores concluyeron que la Tillandsia chingacensis es una especie endémica de la región localizada entre la parte media y alta de la cordillera oriental que “crece como una epífita solitaria en árboles robustos de áreas boscosas”, ubicadas en las pendientes y cañones de la parte suroriental del Parque Chingaza. También afirman que esta especie, al solo conocerse en los municipios de San Juanito (Meta), Junín y Gachalá (Cundinamarca) y al estar afectada por la deforestación que ocurre en esta zona de amortiguamiento del PNN Chingaza, se encuentra en la categoría de “En peligro de extinción” según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

El descubrimiento para la ciencia de la Tillandsia chingacensis, da cuenta de la importancia de la paz para que científicos puedan explorar aquellos territorios cuya biodiversidad está aún por conocerse y confirma que el PNN Chingaza y su zona de amortiguamiento no solo son un tesoro que provee de agua a buena parte de la población colombiana, sino también uno que resguarda una gran riqueza en flora y fauna.